fernando de habsburgo
Fernando I de Habsburgo (Alcalá de Henares, 10 de marzo de 1503 - Viena, 27 de julio de 1564) era hijo de Felipe el Hermoso y de Juana I de Castilla y, por lo tanto, hermano de Carlos I de España.
Primeros años de vida
Era el nieto preferido de Fernando el Católico, y fue educado a la española por su abuelo; en un principio fue investido como regente, en un testamento dado en 1512, hasta la llegada de Carlos a España, pero el anciano rey lo revocó antes de morir favoreciendo a su hermano Carlos, educado en Borgoña.
Hasta la muerte de su abuelo el emperador Maximiliano I estuvo relegado políticamente. En 1518 fue enviado a Flandes por los consejeros de Carlos V, con el ánimo de alejarlo de sus numerosos partidarios, que lo consideraban, por su educación española, como el auténtico príncipe nacional. Tras la muerte de Maximiliano, Carlos le concedió en 1520 el título de Archiduque de Austria y en el tratado de Worms de 1521 la posesión de la herencia austriaca de los Habsburgo, los estados de la Alta y Baja Austria, Estiria, Carintia, y Carniola y posteriormente, en 1522, por las conversaciones de Bruselas, el Tirol, la Alta Alsacia y el ducado de Württemberg.
Rey de Bohemia y Hungría
Su abuelo paterno preparó el matrimonio con Ana de Bohemia, hija de Vladislao II de Bohemia y Hungría y de Beatriz de Nápoles, y hermana de Luis II de Hungría, efectuado en 1521, lo cual lo llevó a ser nombrado Rey de Bohemia y Hungría, una vez que muere Luis, sin descendencia, en la Batalla de Mohacs en 1526.
Fernando reclamó a través de su esposa los tronos de Bohemia y Hungría. Los bohemios le eligieron rey dos meses después y se coronó rey a principios de 1527. En Hungría fue elegido rey por una Dieta rival en diciembre del 1526, frente al otro rey coronado, Juan Zapolya, y Hungría permaneció así dividida entre Fernando, Zapolya, y el Imperio Otomano. Además el ataque del ejército turco le hizo perder gran parte del territorio del país. Se produjo una larga serie de guerras no decisivas contra los otomanos y las fuerzas de Juan I.
Poco después debió contener el avance otomano en los alrededores de Viena y, gracias a la ayuda de su hermano, pudo entrar victorioso en esta ciudad y firmar la paz en 1532. En 1538, por la paz de Nagyvárad (alemán: Grosswardein), Fernando se convirtió en sucesor de Zapolya, pero fue incapaz de imponer el acuerdo durante su vida.
A la muerte de Juan Zapolya en 1540, que había continuado denominándose rey de Hungría, Solimán se apoderó de Buda y de la mayor parte de Hungría. El imperio Otomano amenazó Europa casi continuamente durante el reinado de Fernando. Los turcos fracasaron en ocupar Viena en 1529 pero amenazaron Austria otra vez en 1532 y 1541. Fernando se vio obligado a firmar una tregua en 1545, a cambio de la entrega anual de un tributo al sultán y del reconocimiento en Transilvania de la dinastía rival de los Zapolya. Finalmente hubo una tregua en 1562 que otorgó a Fernando soberanía sobre una pequeña parte de Hungría, por la que se vio obligado a pagar tributos a los turcos. También convirtió las coronas electivas de Bohemia y Hungría en posesiones hereditarias de la casa de Habsburgo.
isal de castillo
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Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla.
El Papa Alejandro VI concedió a Fernando II de Aragón el título de Rey Católico, en 1496, como compensación porque antes había otorgado el título de Rey Cristianísimo al rey de Francia, reino que por aquél entonces se disputaba con Aragón el dominio de Italia, llegando a amenazar los propios Estados Pontificios; posteriormente, la historia y la costumbre han popularizado como Reyes Católicos conjuntamente a Fernando y a su mujer, Isabel I de Castilla.
La pareja se casó en el Palacio de los Vivero de Valladolid el 19 de octubre de 1469, ella con 18 años y el con algo más de 17, pasando su luna de miel en el Castillo de Fuensaldaña (Fuensaldaña, Valladolid).
El reinado de los Reyes Católicos significó el tránsito del mundo medieval al mundo moderno en España. Con su enlace se consiguió la unión, en la dinastía de los Trastámara, de las Coronas de Castilla y de Aragón.
Los Reyes, apoyados por las ciudades y la pequeña nobleza, establecieron una monarquía fuerte frente a las apetencias de poder de eclesiásticos y nobles. Con la conquista de Granada, Navarra, Canarias, Melilla y otras plazas africanas consiguieron la unión territorial bajo una sola corona de la totalidad —exceptuando Ceuta y Olivenza — de los territorios que hoy conforman España.
Los Reyes establecieron una política exterior común marcada por el carácter diplomático de Fernando el Católico, que supondría la hegemonía hispánica en Europa durante los siglos XVI y XVII. El descubrimiento de América en 1492 supuso un hito en la historia mundial.
Esta circunstancia abrió enormes posibilidades a la economía, a la ciencia y acentuó la expansión atlántica que continuaría en los siguientes siglos.
Véase también: Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón
Comienzo del reinado [editar]
Artículo principal: Guerra de Sucesión Castellana
Para reinar en Castilla, Isabel tuvo que vencer la oposición de una parte importante de la nobleza castellana, principalmente la alta nobleza, que prefería la alianza de Castilla con Portugal, por lo que se pusieron de parte de Juana, la Beltraneja, lo que acabó en un enfrentamiento armado.Tras la batalla del toro (1476),las cortes reunidas en Madrigal de las Altas Torres proclaman reina a Isabel I.
Conquista de Granada [editar]
Artículo principal: Guerra de Granada
Una vez que Isabel se afirmó en el trono de Castilla, reanudó la conquista del reino nazarita de Granada. Aprovechando que dicho reino se encontraba en una crisis dinástica entre el sultán, su hermano el Zagal y su hijo Boabdil, comenzó la guerra por la conquista de Granada. Se distinguen varias fases:
(1469): Se casan los Reyes Católicos.
(1484 a 1487): Conquista de la parte occidental del reino. Boabdil firma un tratado con los Reyes, según el cual entregaría Granada a cambio de que le dieran un señorío en la zona oriental del reino.
(1488 a 1490): Empieza la conquista del oriente del reino. Se traslada la base de operaciones a Murcia. Durante esta etapa se rinde el Zagal.
(1490 a 1492): Se exige a Boabdil la entrega de Granada. Al enterase el pueblo granadino de lo pactado, opone resistencia, que es respondida por los ejércitos de los Reyes. Al final Boabdil entrega Granada tras unas negociaciones secretas.
La victoria de esta guerra significó:
La aparición de un ejército estructurado y profesional, independiente de la nobleza, que estaría formado por los tercios reales.
La aportación de grandes recursos económicos.
El premio y apaciguamiento de ciertos sectores de la nobleza mediante el reparto de los territorios granadinos entre ellos.
Incorporación de las islas Canarias [editar]
La soberanía del archipiélago canario le fue concedida a Castilla por el Tratado de Alcaçovas (1479), que definía los territorios españoles y portugueses, aunque no se conseguiría someter totalmente a las islas hasta la conquista de Tenerife en 1496, con la llamada Paz de Los Realejos.
La conquista de Navarra [editar]
Artículo principal: Conquista de Navarra
Navarra estaba dividida a principios del siglo XVI en dos bandos: agramonteses y beamonteses, cada uno partidario de un rey distinto. En este enfrentamiento, los reyes de Navarra firmaron un tratado con el rey de Francia que ponía en peligro a España. Debido a que los reyes de Navarra fomentaron ciertas doctrinas religiosas que disgustaron al Papa, se dictó una bula de excomunión contra ellos.
En 1512 Fernando el Católico pidió permiso a Navarra —aliada natural de Francia (compréndase esto en el ambiente de continua rivalidad entre Aragón y Francia)— para que las tropas españolas pasaran por Navarra para atacar a Francia. La respuesta negativa por parte del rey navarro fue motivo suficiente para que Fernando el Católico ordenara al duque de Alba la ocupación de Navarra, mandando así ayuda a sus partidarios —los beamonteses— y, en menos de un año, la parte española del Reino de Navarra (la Alta Navarra) se incorporó a la Monarquía Católica. Sólo se encontró cierta resistencia en algunos puntos del sur; como anécdota cabría contar que Pamplona, la capital, cayó sólo en tres días.
Instituciones políticas
Reino de Castilla
Se remodeló el Consejo Real en las Cortes de Toledo de 1480, haciéndolo más estructurado y dividiéndolo en partes.
Se formó la Audiencia de Granada. Se produjo un aumento en la Hacienda castellana debido a los impuestos y a los señoríos procedentes del reparto del territorio nazarita.
Para controlar el bandolerismo en los caminos, y en general el hurto, se instituyó en 1476 la Santa Hermandad (precursora de la actual Guardia civil), que sería la primera policía estatal de Europa. En los municipios de señorío se instauraron los corregidores, la autoridad penetrante en el ámbito municipal.
Corona de Aragón
Apenas se modificó. Lo más importante fue el mayor poder que se dio a los lugartenientes de la zona y el establecimiento del sorteo electoral, consistente en sacar de una bolsa un papel con el candidato propuesto. Esta innovación permaneció por 30 años más, cuando el Rey muere, y este reinado queda en el olvido.
Política religiosa
Madonna de los Reyes Católicos, pintada entre 1490 y 1495; Fernando y el infante Juan a la derecha de la Virgen (con el inquisidor), Isabel a la izquierda
El Papa Inocencio VIII concedió a los Reyes Católicos el derecho de Patronato sobre Granada y Canarias, lo que suponía el control del Estado en los asuntos religiosos.
Una bula del Papa Sixto IV en 1478 creó la Inquisición en Castilla para un control de la pureza de la fe. Ya que en Aragón existía desde 1248, de este modo la Inquisición española fue la única institución común para los dos reinos. Fue muy dura la etapa de Fray Tomás de Torquemada como Inquisidor General.
En 1492 se expulsó a los judíos —de gran poder económico— de España, produciéndose una crisis económica. Salieron de España unos dos tercios, convirtiéndose los demás. También se obligó a los musulmanes a convertirse al cristianismo —pasándose a llamar moriscos— o a abandonar España.
El resultado de esta acción de limpieza religiosa fue la creación de un país de religión cristiana y el comienzo de la identificación de patria y religión.
Se instituye la Embajada permanente de España ante el Papado, que es la primera embajada permanente del mundo y la primera vez que se emplea el nombre de España para un establecimiento oficial.
Economía y sociedad
La expulsión de los judíos supuso una gran pérdida económica para España.
Castilla era la potencia industrial y comercial más grande de la época y Aragón no le seguía de lejos. La base económica estaba en la industria, la agricultura, la ganadería lanar y la exportación de materias primas. Para defender la riqueza que suponía la lana, los Reyes concedieron privilegios a la Mesta con la Ley de Defensa de las Cañadas de 1489, amenazadas por los agricultores. Se protegió a los artesanos por medio del comercio interno.
Social y económicamente se favoreció medianamente a la alta nobleza, que había aumentado su poder económico con los señoríos granadinos. Las Leyes de Toro de 1505 fortalecieron la institución del mayorazgo.
En Cataluña se solucionó el problema de los payeses de remensa con la Sentencia Arbitral de Guadalupe (1486), que suprimió los malos usos y obligó a los campesinos a pagar nuevos impuestos.
Política exterior
La política exterior agresiva y expansionista llevada a cabo por Fernando e Isabel fue posible gracias a una serie de factores:
La iniciativa diplomática de Fernando II de Aragón. Su propósito era conseguir los mejores acuerdos para su reino. Continúa la política tradicional de Aragón hacia el Mediterráneo con la vista puesta en Oriente, como lo demuestra su blasón (véase más abajo el apartado Blasones).
La eficiencia del ejército de la Corona al mando de Gonzalo Fernández de Córdoba, conocido como el Gran Capitán. Fernández de Córdoba organizó el ejército sobre una nueva unidad de combate, el tercio, o tercios reales, que supuso la creación del primer ejército moderno dependiente de la corona, prescindiendo de las mesnadas de los nobles.
La gran aportación de recursos económicos procedentes de la industria y del comercio de la lana y del trigo.
La política matrimonial de los reyes.
En 1502 heredan el título de Emperador y Autócrata de los Romanos.
Política matrimonial [editar]
Contrato matrimonial entre Juana la Loca y Felipe el Hermoso (1495). Archivo General de Simancas
La política de los Reyes Católicos incluyó también las alianzas por los matrimonios de sus hijos. Fueron éstos:
Isabel, casada con infante Alfonso de Portugal, y despues con Manuel I de Portugal, primo de su primer esposo.
Juan, casado con Margarita de Austria y muerto prematuramente (1497). Está enterrado en el monasterio de Santo Tomás de Ávila.
Juana (Juana la Loca), se casó con Felipe de Austria (Felipe el Hermoso), hijo del emperador Maximiliano I de Austria.
María, casada con Manuel de Portugal, su concuñado, al morir su hermana Isabel.
Catalina, se casó con el príncipe heredero de la Corona de Inglaterra, Arturo, y tras la prematura muerte de éste, con su hermano, el que más adelante sería Enrique VIII de Inglaterra.
En otras palabras, ésta se orientó en la búsqueda de la alianza con Portugal y en la creación de una coalición opuesta a Francia que, aunque no había sido enemiga de Castilla, siempre había alegado pretensiones sobre ciertos territorios de la corona de Aragón, al declararase heredera del Imperio de Carlomagno.
La expansión por el Mediterráneo: Italia
Una vez finalizada la conquista de Granada, el rey Carlos VIII de Francia firmó con Fernando, en 1493, el Tratado de Barcelona, mediante el cual Aragón recupera el Rosellón y la Cerdaña a cambio de su postura neutral ante un inminente ataque francés al reino de Nápoles.
El ejército de Carlos VIII se desplazó al sur de Italia, destronando a Alfonso II, rey de Nápoles y pariente de Fernando el Católico. La situación de Francia en la península Itálica no gustó al Papa —el valenciano Alejandro VI— puesto que ponía en peligro los Estados Pontificios, por lo cual pidió ayuda al Rey Católico. Fernando no dudó en intervenir y, en poco tiempo, el ejército de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, expulsó a los franceses, recuperando su trono el rey napolitano.
En 1500 el nuevo rey de Francia Luis XII firmó con Fernando el Católico el Tratado de Granada para ocupar conjuntamente el reino de Nápoles. Fernando accedió y el rey de Nápoles, a la sazón Federico IV, fue destronado. Ambos ejércitos ocuparon la zona, pero las discrepancias empezaron a surgir y comienza una lucha de guerrillas. Pese a la inferioridad numérica de su ejército, el Gran Capitán derrota a los franceses y los expulsa de Italia. Nápoles es conquistada de nuevo y vuelve a ser incluida en la Corona de Aragón.
Durante los últimos años del reinado de Fernando el Católico se reanuda la intervención de Aragón en asuntos italianos. Fernando participa en la Liga de Cambray de 1508, convocada por el Papa Julio II contra Venecia. Después de esta liga comienzan a producirse roces entre el Pontífice y Francia. Por el auxilio que pide el Papa, Fernando rodea Roma con sus tropas ante un posible ataque francés para destituir al Papa. En este contexto se produce la incorporación de Navarra a la corona.
Expansión por el Norte de África
Tras la conquista de Granada, los Reyes Católicos deciden iniciar la conquista del norte de África con una doble intención:
Continuar la Reconquista para la cristiandad de la Nova Hispania (el Magreb).
Conjurar la posibilidad de que los reinos del norte de Africa emprendieran una reconquista de Granada y eliminar los focos de la piratería berberisca de la zona.
La conquista comenzó con la toma de Melilla por Pedro de Estopiñán en 1497 y siguió en 1505 con la toma de Mazalquivir. Se ocuparon el Peñón de Vélez, Orán, Bugía, Argel, Túnez, La Goleta y Trípoli.
Cabe destacar la participación militar del propio cardenal Cisneros, confesor de Isabel la Católica y Arzobispo de Toledo, que en ese momento era la tercera persona más poderosa en España. La conquista del Norte de África se interrumpió en 1510 debido a la reanudación de las guerras en Italia y a que empezaba a revelarse más rentable dirigir las fuerzas a la colonización de las Indias.
La expansión atlántica: América
En 1486 Cristóbal Colón ofreció a los Reyes Católicos un proyecto ya ofrecido a Portugal (con Castilla los únicos países europeos con una Marina capaz) y que éste había rechazado porque estaba negociando con Castilla el tratado de Tordesillas: viajar a las Indias hacia el oeste, en una nueva ruta por el Atlántico. Los informes científicos al respecto fueron muy poco favorables para Colón, y para la corona era cuestión prioritaria en esos momentos la conquista de Granada.
Terminada ésta, los Reyes Católicos aceptaron su proyecto, ya que el comercio de especias era un casi monopolio: de antiguo, los genoveses eran los únicos que habían conseguido tratar con el Imperio Otomano, dueño de los viejos caminos del comercio de especias. Los vecinos portugueses estaban empezando a encontrar un camino propio, por mar, rodeando Africa. Un reino rico, como el de Castilla, se veía obligado a tener una ruta propia para obtenerlas, evitando depender de Génova o de Portugal, lo que sería muy rentable para su comercio.
Mediante las Capitulaciones de Santa Fe del 17 de abril de 1492 se recogieron las negociaciones llevadas a cabo con Colón: nombramiento de almirante, virrey y gobernador de los territorios por descubrir y la décima parte de todos los bienes obtenidos. El costo de la expedición fue estimado en 2.000.000 de maravedís, más el sueldo de Colón. En contra de la idea popular de que fue sufragado por «las joyas de Isabel la Católica», hay que aclarar que la mitad de dicho dinero lo prestó Luis de Santángel —tesorero de la Corona de Aragón, de familia conversa— con fondos de la Santa Hermandad, la cuarta parte la aportó el mismo Colón —que a su vez los pidió prestados—, y la cantidad restante probablemente la derramaron banqueros y mercaderes residentes en Andalucía, entre los que estaban los hermanos Pinzón y Juan de la Cosa, interesados en dicho comercio.
El 3 de agosto de 1492 partió Colón del puerto de Palos con la nao Santa María —propiedad de Juan de la Cosa— y las carabelas la Pinta y la Niña —propiedad de los hermanos Pinzón— con 120 tripulantes aproximadamente. El 12 de octubre llegaron a la isla de Guanahaní, que bautizaron con el nombre de San Salvador y desde la que pasaron a Cuba y la Española, dando comienzo a la colonización de las Indias Occidentales.
Poco más de un año después de la vuelta de Colón, se firmó entre España y Portugal el Tratado de Tordesillas en 1494, mediante el cual se redistribuyó la influencia territorial de cada país fijada en el Tratado de Alcaçovas.
El 26 de noviembre de 1504 Fernando enviudó por la muerte de Isabel, a unos 12 años antes de su propia muerte. Pactandose por la Concordia de Salamanca (1505), el gobierno conjunto. Pero ante discordancias entre el matrimonio de Juana y Felipe con Fernando y por la Concordia de Villafáfila (1506), este se retiro del poder de Castilla y regreso a Aragón.
En las Indias, anexionadas al reino de Castilla, se instauraron los sistemas administrativos tradicionales del reino castellano. Se creó la Audiencia en Santo Domingo en 1510, se instituyó en Sevilla en 1503 la Casa de Contratación, para controlar el comercio con América, impidiendo que cualquier otro puerto de España pudiese hacerlo. A semejanza del Consejo de Castilla, se creó el Consejo de Indias para la administración de los nuevos territorios.
Los reyes consiguieron el Patronato de Indias —concedido por el Papa— que les dejó controlar la Iglesia americana. Se instauraron además las encomiendas para evangelizar a los indígenas.
Sucesión
Regencia de Fernando el Católico (1508 a 1516) [editar]
Dada Juana I de Castilla por trastornada por la muerte de su marido Felipe de Habsburgo (Felipe I de Castilla), las Cortes pidieron a Fernando que ocupara el trono como regente. Fernando ocuparía el trono de Castilla hasta que su nieto Carlos I alcanzase la mayoría de edad.
Durante la regencia de Fernando el Católico se incorporó Navarra al reino de Castilla y se produjo el nuevo matrimonio de Fernando el Católico, esta vez con Germana de Foix, a pesar de no haberse cumplido un año aun de la muerte de su anterior esposa, Isabel.
Fernando el Católico murió en 1516 en Madrigalejo (Cáceres) antes de que Carlos I llegara al trono español.
Regencias por arzobispos Hasta la llegada al trono de Carlos I, España estuvo regida por dos obispos:
El cardenal Cisneros fue regente de Castilla.
El arzobispo de Zaragoza, Alonso de Aragón, fue regente de Aragón.
Heráldica
Escudo de los Reyes Católicos (desde 1492)
Escudo y emblemas de los Reyes Católicos. Losar de la Vera (Cáceres) c.1500
Fernando tuvo como emblema personal un yugo, con una cuerda suelta y el lema «Tanto monta... », en referencia al nudo gordiano que estaba en una cuerda atada a un yugo. Según la leyenda, quien deshiciera el nudo gordiano podría conquistar Oriente. Alejandro Magno cortó el nudo con la espada y dijo: «Es lo mismo cortarlo que desatarlo» o, en la divisa de Fernando, «Tanto monta... (cortarlo como desatarlo)». Aragón terminó la reconquista mucho antes que Castilla y se lanzó por la ruta de Oriente: los almogávares, el ducado de Atenas, son ejemplos de ello. Fernando se sentía heredero de estos afanes.
Isabel tomó como emblema el haz de flechas, que se representaba a veces atado, a veces suelto o con unas flechas paralelas en número variable, refiriéndose al viejo cuento del padre que al morir dice a sus hijos que, permaneciendo unidos como el haz, serán más fuertes.
Puede verse como ejemplo el medallón de la fachada de la Universidad de Salamanca, en el que aparecen las efigies de cada cual con su símbolo respectivo encima de la cabeza. [1]
Las flechas y el yugo de los Reyes Católicos se mostraban juntos, pero no unidos, como en el siglo XX los utilizó la Falange Española, que además interpretó erróneamente a quién correspondía cada cual y los asignó, al revés, por las iniciales de los nombres y además modificó la divisa añadiendo un "... monta tanto, Isabel como Fernando", que no se corresponde con la verdad histórica.
Otro elemento empleado por Isabel es una modificación de las columnas de Hércules. Desde los griegos, las columnas de Hércules (el peñón de Gibraltar (Calpe) y Ceuta (Abila)), en el estrecho de Gibraltar, señalaban el fin del mundo conocido o navegable (lo que no obsta para que los propios romanos llegasen por mar a las costas atlánticas de Galia o Britania, pero preferían hacerlo por tierra), por lo que representaron las columnas con una banda en la que estaba escrita la divisa «Non plus ultra» («No más allá»). Tras el descubrimiento de América, conseguida la navegación por el Atlántico, Isabel añadió al escudo de la corona las dichas columnas, cambiando la divisa de la banda en «Plus ultra» («Más allá»), que todavía se mantiene en el escudo real.
Véase también
Tabla cronológica de reinos de España
Padre de la nación
Bibliografía
Suárez Fernández, Luis. Los Reyes Católicos. El camino hacia Europa". Madrid, Rialp, 1990. ISBN 9788432125898
Joseph Pérez "La España de los Reyes Católicos". Madrid, Nerea, 1997. ISBN 9788489569126
Ernest Belenguer "Fernando el Católico". Barcelona, Península, 1999. ISBN 9788483071830
Manuel Fernández Alvarez "Isabel la Católica". Madrid, Espasa-Calpe, 2003. ISBN 9788467012606
John Edwards "Isabel la Católica, edad y fama". Madrid, Marcial Pons, 2004. ISBN 9788495379924
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felipeII
Felipe II de Habsburgo, llamado El Prudente (Valladolid, 21 de mayo de 1527 – El Escorial, 13 de septiembre de 1598), fue Rey de España[1] desde el 15 de enero de 1556 hasta su muerte, de Nápoles y Sicilia desde 1554 y de Portugal y los Algarves (como Felipe I) desde 1580, realizando una ansiada Unión Ibérica que duró 60 años. Fue asimismo Rey de Inglaterra, por su matrimonio con María I, entre 1554 y 1558.
Hijo y heredero de Carlos I de España e Isabel de Portugal, era nieto por vía paterna de Juana I de Castilla y Felipe I y de Manuel I de Portugal y María de Castilla por vía materna.
Desde su muerte fue presentado por sus defensores como arquetipo de virtudes, y como un monstruo fanático y despótico por sus enemigos. Esta dicotomía entre la Leyenda Negra y la Leyenda Rosa fue favorecida por el propio Rey Prudente, que se negó a que se publicaran biografías suyas en vida y ordenó la destrucción de su correspondencia personal con su confesor.
carlos v
Carlos de Habsburgo (Gante, 24 de febrero de 1500 – Monasterio de Yuste, 21 de septiembre de 1558) fue Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico con el nombre de Carlos V (1519 - 1558) y rey de España como Carlos I (1516[1] - 1556), el primero que unió en su persona las coronas de Castilla y Aragón.
Hijo de Juana I de Castilla, conocida como Juana la Loca, y Felipe el Hermoso, y nieto por vía paterna de Maximiliano I de Austria (Habsburgo) y María de Borgoña (de quienes heredó los Países Bajos, los territorios austríacos y derecho al trono imperial) y de los Reyes Católicos, de quienes heredó el Reino de Castilla, Nápoles, Sicilia, las Indias, Aragón y Canarias, por vía materna.
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